Ser
Buen Amigo
Todos nosotros hemos
nacido
para relacionarnos y tener amigos.
Es precisamente en el encuentro
y en la comunicación
con otros
donde crecemos y nos
hacemos más personas.
Sin duda que en los
momentos de mayor alegría
están aquellos en los
cuales compartimos nuestras inquietudes,
sueños, ilusiones, penas, alegrías y esperanzas con
los amigos.
Reflexiona
este hecho de vida:
“Mi amigo no ha regresado del campo de
batalla, señor. Solicito su permiso para
salir a buscarlo”.
“No hay permiso”, explicó el oficial. “No quiero que arriesgue usted su vida por
alguien que probablemente ha muerto”.
El soldado no hizo caso a la prohibición
del oficial y salió en busca de su amigo.
Dos horas más tarde regresó mortalmente
herido.
En sus hombros traía el cadáver de su
amigo.
El oficial estaba furioso: “¡No le dije que había muerto!. No se da cuenta que casi lo pierdo a usted
también.
Dígame:
¿valía la pena salir para traer un cadáver?
Y el soldado muy malherido le
contestó: “¡Claro que sí valía la pena,
señor”.
Cuando lo encontré, todavía estaba vivo
y pudo decirme:
“amigo….
amigo querido… estaba seguro que
vendrías”.
Piensa:
1)
¿Qué te llama la atención de lo leído?
2)
¿Tienes verdaderos amigos? ¿Quiénes?